Como de costumbre las impresiones han sido variadas. Desde quien no le ha gustado por ser reflejo de una época oscura en Europa y el mundo, por no saber si el libro va en serio o es una broma o por no entender a qué viene el título, hasta los que han apreciado desde la primera a la última palabra en un brevísimo libro cargado de sutileza, humor e inteligencia.
En general el libro es considerado ágil y entretenido. Se destaca la importancia del prólogo, en el que el autor incluye una definición de humorismo que gusta especialmente: Humorismo es la capacidad inteligente y sutil de poner de relieve y destacar el aspecto cómico de la realidad. Y este, el humor, es el hilo conductor de estos dos ensayos, sin que esto les quite un ápice de trasfondo y rigor histórico.
Los ensayos sugieren algunas cuestiones como, por ejemplo, la manera en la que los economistas tuercen la realidad a su conveniencia, la definición cuasi matemática de la estupidez humana o el papel alegórico que juega la pimienta como representación del poder.
También ha brotado, en medio del debate, la alusión al artículo del físico Alan Sokal titulado "Transgrediendo los límites de la realidad: hacia una hermenéutica transformativa de la gravedad cuántica". Hago referencia aquí a él por si alguien estuviera interesado en leerlo.
En definitiva un "librito" crítico y divertido, que nos ha hecho viajar por la historia y mirar dentro de nosotros mismos en busca de nuestra propia estupidez.
¿Qué más se puede pedir?
Allegro ma non troppo
Sinopsis. Éste es uno de los libros más inteligentes y divertidos que se hayan escrito nunca. Parodia de divertissementdieciochesco, juega con la paradoja y el absurdo para construir una auténtica metodología del ridículo. En la primera de las dos partes de que consta el libro, Cipolla razona con una argumentación paródica de los estudios de historia económica más sesudos y utiliza, con aparente seriedad, fórmulas cliométricas deliciosamente absurdas para llegar a las más estrafalarias relaciones de causa a efecto. En la segunda parte se usa un modelo matemático parecido a los de la sociología para enunciar «Las leyes fundamentales de la estupidez humana», que demuestran cuán abundante es el número de estúpidos que nos rodean y cuán grande su poder. Sólo que al terminar de leer este libro breve, divertido y explosivo nos asalta una duda: lo que hemos leído ¿era sólo una inocente parodia o hay que tomarlo como una advertencia acerca de la deshumanización y vaciedad de mucho de lo que se enseña en nuestras universidades e instituciones académicas?
